Del Planell d’Aigüestortes al Estany Llong y al Estany Redó
En la vertiente del Vall de Boí del Parque Nacional de Aigüestortes no hay excursión más clásica que la subida al Estany Llong. Y no me extraña nada porque es una estupenda excursión familiar adaptada a todo el mundo con un final excepcional.
En nuestro caso vamos a enriquecerla con un pequeño extra que nos permitirá tener una visión más global del ibón y otro nuevo lago pirenaico de regalo.
La mejor forma de subir al Planell d’Aigüestortes en verano es sin duda la compañía de taxis 4×4 de Vall de Boí. Ofrecen un servicio bueno y rápido (no precisamente barato, como suele ser habitual en estos casos).
Se toman en Boí y nos acercan los 12 km que nos separan del corazón del parque nacional.
Una alternativa es dejar nuestro propio coche en el parking de la Palanca de la Molina y salvar los 6km de distancia y los 430m de desnivel hasta el Planell. Es la llamada ruta de la nutria, muy atractiva, lo que pasa es que cualquier excursión se endurece notablemente en este caso.
Si apostamos por el taxi como decíamos, la ruta arranca en el Planell d’Aigüestortes, done una caseta de información del parque nos recibe con unos paneles informativos sobre la flora y fauna que vamos a encontrarnos.
Seguimos el sendero y nos encontraremos en unos pocos metros con la bifurcación que nos indica que en apenas hora y media estaremos en el Estany Llong o que podemos recorrer el corto sendero adaptado de 450m por el bosque. Esta segunda opción podemos dejarla para la vuelta, será un complemento sencillo y agradable.
Seguimos la senda, ancha, de gravilla, sin pérdida posible que llanéa por algunos pastos de montaña (estamos a casi 2000m, no lo olvidemos) ocupados por vacas.
Cruzaremos por un par de fuentes. Ahora nos pillan demasiado frescos para detenernos pero al volver las recibiremos bien agradecidos.
Justo antes de llegar al refugio del Estany Llong comienza el desnivel más acusado (aunque en realidad es muy suave) y será donde salvaremos casi todos los metros de diferencia de altura que nos separan propiamente del lago, del Estany Llong.
El lago aparece majestuso entre los pinos del bosque, ganando anchura a medida que avanzamos. Más adelante nos ofrece algunos árboles aislados que nos darán una buena sombra junto a la orilla para descansar y almorzar.
El entorno es magnífico pero si aun nos encontramos con fuerzas, os invitamos a subir hasta el Estany Redó, a solo media hora y un ligero desnivel de unos 80-100m aprox. Podemos guiarnos mediante la rede de balizas amarillas que van indicando el camino (sin problemas, aunque más dificultoso que el que nos hemos encontrado hasta ahora).
Existen 23 balizas desde el lago, por lo que os animamos a irlas contando con los niños para ir sabiendo el tiempo que os queda para llegar al Estany Redó (una buena forma de mantener a los más pequeños distraídos cuando la ruta pica para arriba).
Desde el camino que va ganando altura, las vistas del Estany Llong mejoran al poder entender mejor su conjunto. Por si fuera poco el Estany Redó es también muy atractivo y de nuevo ofrece buenas zonas donde descansar y disfrutar de las vistas.
Iniciamos el descenso y la vuelta al punto de partida por el mismo camino. Ahora es un buen momento para detenernos en el refugio del Estany Llong a tomar un refresco o comer un bocadillo.
No olvides que casi al final de recorrido volveremos a pasar por la bifurcación que lleva al sendero adaptado del bosque, guarda algo de energía para ese momento, sus 450m de recorrido por pasarelas de madera sobre el río y el bosque son muy bonitos.
Datos:
- Longitud: 4,2km
- Duración: 1h30′ hasta el Estany Llong + 30′ hasta el Estany Redó (solo idas)
- Desnivel: 160m al Estany Llong
- Edad recomendada: apto para cualquier edad, no presenta dificultad técnica.
Si alargamos hasta el Estany Redó puede ser muy incómodo para los más pequeños. No recomendable para menores de 6 o 7 años.
Recomendaciones:
- Es mejor hacer esta excursión a primera hora de la mañana, a las 8h por ejemplo. Por una parte no tendrás que hacer cola en la estación de taxis y por otra la subida no estará tan masificada y disfrutareis de mayor tranquilidad.
- Muy de cerca de Boí, en Barruera, tenéis el camping Boneta para usarlo como centro de operaciones en el valle. Así podréis completar esta excursión con la de el Refugio de Ventosa y Calvell.
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